No siempre tenés que tener las respuestas.
Muchas veces creemos que tengamos que tener todas las respuestas, pero no es así.
Si hay algo mal en tu vida, no siempre es por tu culpa y no tenés que saber cómo resolverlo. Podés les pedir ayuda a los de más.
Somos seres humanos y no es fácil desarrollarnos por nuestros propios cuentas. Siempre necesitamos la ayuda de los de más.
Estos son dos temas totalmente diferentes: podés pedir ayuda y no siempre tenés que tener las respuestas.
Si no sabés algo, confess it. Esto te ayudará aprender cosas nuevas.
Siempre pienso en los hablantes nativos de los idiomas que hablo.
Cuándo los pregunto sobre algo que no saben, no dicen que no saben, ponen explicaciones que no tienen nada que ver con la realidad.
No siempre tenés que opinar.
Está bien decir “No lo sé.”
Si decís “no lo sé” podés aprenderlo pero si creés que ya sabés, no podrás aprender las cosas nuevas.
Pero si hay alguien que sabés que te pueda corregir, decírselo.